lunes, 2 de diciembre de 2013

El clima extremo causa muerte y daño

EL COSTO ES DE US$ 198.000 MILLONES; LA PREVENCIÓN AHORRARÍA HASTA UN 50%

Las pérdidas relacionadas con el clima han aumentado desde los 37.000 millones de euros (US$ 49.600 millones) en la década de los 80, hasta cerca de 148.000 millones de euros (US$ 198.300 millones) durante los últimos diez años.

Esta estimación fue realizada por el grupo alemán de seguros Munich Re. El total de daños llega a 2,8 billones de euros (US$ 3,8 billones) entre 1980 y 2012. De ellos, el 74% se relaciona con las condiciones meteorológicas extremas.

El Banco Mundial, organismo de Naciones Unidas que procura asistencia financiera a países en desarrollo, hizo público el lunes pasado un estudio que cuantifica los efectos de fenómenos meteorológicos extremos -sequías, inundaciones, tifones- en el mundo y llega a la conclusión que invertir antes de los desastres en infraestructuras y edificios de los países en desarrollo conllevaría un ahorro de hasta el 50%.

Las conclusiones buscan convencer por la vía económica a los Gobiernos de primeras potencias, como Estados Unidos o Australia, que ya han mostrado reticencias a adoptar un sistema de ayuda urgente, conocido como mecanismo de pérdidas y daños, para socorrer a estos países en caso de fenómenos extremos.

Intensos

Entre los fenómenos vinculados al cambio climático que se registran en el planeta está el aumento del nivel del mar, la salinización de las aguas fuentes de agua dulce o las sequías. Los científicos todavía no se han puesto de acuerdo en atribuir los fenómenos meteorológicos extremos al calentamiento global.

Sí hay consenso, según los datos aportados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC en sus siglas en inglés), en que contribuye a que esos fenómenos sean más intensos, con olas de calor más cálidas o cambios en la forma de llover que acarrean inundaciones repentinas.

El informe del Banco Mundial aglutina experiencias de décadas de trabajo en la gestión del riesgo de desastres relacionados con el clima y la adaptación al calentamiento global. Aunque estos fenómenos afecten a países ricos y pobres por igual, las naciones insultares y las más pobres de África y Asia son las más vulnerables. Un 85% de las víctimas mortales corresponde a países con ingresos bajos o medios, de acuerdo con los datos de julio de 2010 de NacCatService, una de las mayores bases de datos sobre catástrofes naturales.

El huracán Thomas, que devastó Santa Lucía en 2010, acabó con el 43% del PIB de la nación caribeña.

A su vez, en el Cuerno de África, una prolongada sequía que terminó en 2011, en su punto más adverso dejó a 13 millones de personas con escasez de alimentos.

"Hemos colocado la gestión del riesgo de desastres entre nuestras líneas prioritarias de trabajo", asegura Rachel Kyte, vicepresidenta de desarrollo sostenible de esta entidad. "Sabemos que hay mucho que podemos y debemos hacer para reducir su impacto", añade.

Prevención.

Un buen ejemplo de la prevención se encuentra en el Estado de Odisha, en India, donde un ciclón de categoría 5, dejó 10.000 muertos y 3.329 millones de euros (US$ 3.860 millones) en daños. Catorce años más tarde, la tormenta Phailin, con una intensidad muy cercana, golpeó el mismo tramo del Estado, pero esta vez con resultados diferentes. Hubo menos de 40 víctimas y unos 518 millones de euros (US$ 684 millones) en daños.

En este caso, la región consiguió prepararse para aumentar la resiliencia -capacidad para afrontar la adversidad y lograr adoptarse a las tragedias- frente a condiciones climáticas externas. Para ello, utilizó sistemas de alerta temprana o ejercicios anuales de tormenta. El Estado invirtió en nuevos refugios contra ciclones, rutas de evacuación y fortaleció diques costeros.

Cada vez más países, entre los que destacan Colombia, Filipinas, India, México o Samoa, están preparando sus propios planes de resilencia al clima y a sus desastres. Pero, según el trabajo, todavía quedan muchos desafíos

Los retos más importantes siguen siendo de carácter institucional. "La comunidad internacional debería de dar ejemplo proporcionando la financiación necesaria", destaca el trabajo.

Invierten en prevenir desastres

"El tifón Haiyan ha puesto de relieve cómo el cambio climático está intensificando la gravedad de los fenómenos extremos", indicó Jim Yong Kim, presidente del grupo del Banco Mundial. "El mundo no puede permitirse el lujo de poner fuera de su plan de acción la reducción de las emisiones de efecto invernadero, la ayuda a países para prepararse para el cambio climático o los riesgos de los desastres", añadió. El organismo anunció un préstamo de 370 millones de euros (US$ 496 millones) para que Filipinas desarrolle su plan de reconstrucción. Dos de cada tres euros que invierte el Banco Mundial se centran en la prevención y la preparación ante desastres. Ayudó a casi 80 países con el apoyo del Fondo Mundial para el Programa Piloto de Adaptación al Cambio Climático y Reducción de Riesgos de Desastres y Recuperación.

Fuente: El Pais (Madrid)

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