martes, 13 de enero de 2015

El impacto de los residuos que generamos

Latas

Cada persona del mundo moderno consume una media de 155 envases de este tipo, que están hechas principalmente de aluminio. Para fabricarlas se gasta una gran cantidad de energía, y, además, si no se reciclan tardan más de 10 años en degradarse en la naturaleza, originando óxido de hierro. Si se reciclan se pueden convertir en nuevos productos de aluminio, o también se pueden reutilizar en casa y que nos sirvan como un recipiente para los lápices, hacer adornos con las anillas… todo lo que se nos ocurra.

Tetrabriks

Aunque a simple vista parece que solo están hechos de cartón, en realidad contienen partes de aluminio y plástico, dos materiales que contaminan mucho la naturaleza. De hecho, el aluminio tarda en degradarse entre 20-30 años. Si reciclamos los tetrabriks, existe un nuevo sistema que permite separar los materiales y aprovechar cada uno de ellos. Además, en casa también nos pueden servir como macetas, semilleros o para realizar algún tipo de manualidad.


Botellas de plástico

Como sabemos, el plástico es un
derivado del petróleo, pero lo que ignoramos es la cantidad de este que gastamos en elaborar botellas. Una única botella necesita un cuarto de su volumen en petróleo para su fabricación. En un año, se estima que se utilizan 17 millones de barriles de este combustible para elaborar botellas, una barbaridad. Además, otro inconveniente importante es que si las tiramos pueden tardar más de mil años en desintegrarse. Por todo esto es muy importante que las reciclemos, ya que haciéndolo se podrán crear nuevos envases, mobiliario e incluso prendas de vestir.

Bolsas de plástico

Son uno de los residuos cotidianos más contaminantes y de los que menos se reciclan, solamente alrededor de un 11%. Además, hay que tener en cuenta que el plástico es un derivado del petróleo, por lo que para su creación se necesita mucha energía. Otro hándicap es su lentísima degradación: tardan más de 150 años en descomponerse, y mientras tanto contaminan enormemente, sobre todo el mar, donde van a parar la mayoría. Muchísimas aves y animales marinos, como tortugas o delfines, mueren cada año al quedar atrapados en ellas. Existen varias formas de reciclarlas: depositándolas en el contenedor de plástico correspondiente o reutilizándolas nosotros mismos en casa como bolsas de basura.

Aceites

El aceite usado es uno de los residuos más contaminantes que generamos en nuestro día a día. Un solo litro de aceite puede contaminar un millón de litros de agua, y dos el equivalente a llenar un campo de fútbol. Además, es mortal para los seres vivos que viven en este medio. Si acaban vertidos en el mar puede durar entre 10 y 15 años, lo que ocasiona grandes daños medio ambientales. Existen varios mecanismos para la recogida de acei
te tanto de uso cotidiano como de uso industrial, y de esa forma, contribuimos no solo a mantener limpio el medio ambiente, sino a ahorrar energía y reutilizar este residuo convirtiéndolo en lubricantes o en biocombustible.

Vidrio

Los envases hechos con este material son los más respetuosos con el medio ambiente pues, aunque su degradación es lenta, durante el proceso no se libera ninguna sustancia perjudicial. Además, su proceso de creación es barato, ya que las sustancias necesarias para ello son abundantes. Otra ventaja del vidrio es que es 100% reciclable, no se pierde nada durante el proceso. Otro punto a su favor es que nosotros mismos podemos reutilizarlo, teniendo vidas infinitas, pudiendo utilizar los tarros, por ejemplo, como vasos para casa o como recipientes para congelar comida.

Bombillas

Las lámparas y bombillas contienen residuos como el mercurio que aunque están en cantidades ínfimas, si no se recicla y van a parar al medio ambiente, su acumulación puede contaminar el agua y la tierra ocasionando daños considerables. Si las llevamos al punto de reciclaje contribuimos a reutilizar gran parte de los materiales de los que están formadas, como vidrio o aluminio. De esta forma también reduciremos la cantidad de basura.

Pilas

Las pilas están compuestas por materiales tóxicos como el mercurio o el cadmio. Si las tiramos a la basura sin más pueden contaminar (y mucho) el medio ambiente. También provocan graves dolencias en nuestra salud, como cáncer, daños en el sistema nervioso e incluso la muerte. Tan solo una pila puede contaminar 100.000 litros de agua, por tanto es importantísimo llevar las pilas usadas a los puntos de recogida para que se les dé el tratamiento adecuado.

Fuente: MuyInteresante.es

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